¿Qué el turismo comunitario?
El turismo comunitario se crea como una alternativa al turismo de masas y se caracteriza por incorporar elementos relacionados para promover la conservación de los entornos naturales, de igual forma, es el rumbo para la conservación del medio ambiente y optimizar el desarrollo socioeconómico cultural (Mora et al., 2019). Asimismo, el turismo comunitario debe estar orientado hacia el desarrollo sostenible de la sociedad, al mismo tiempo, promueve el desarrollo del país e incluye los principios de cohesión social (Ordoñez et al., 2020). Sin embargo, el turismo comunitario es capaz de lograr una distribución equitativa de los recursos y un desarrollo regional armonioso, basado en las relaciones interculturales entre las comunidades (Soto et al., 2020).
Del mismo modo, el turismo comunitario tiene dos aspectos fundamentales como lo es la sociedad y los recursos naturales, iniciando una acción con el bienestar social y la calidad de vida (Mantuano et al., 2019). Además, se potencializa a partir de la mejora de las condiciones de vida de las comunidades a través de un incremento de los bienes, con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementar un desarrollo para las comunidades locales asentadas en territorios (Valdés et al., 2021). Al igual, el turismo comunitario es ampliamente reconocido por su capacidad para mejorar la economía local (Ramon et al., 2020).
Según Corozo & Ojeda (2023) en los últimos años el turismo ha venido atrayendo nuevos públicos, teniendo en cuenta que los destinos culturales se han convertido en un lugar atractivo, para que algunos turistas busquen alternativas a las vacaciones y tener como objetivo la preservación de la identidad étnica e indica que constituye una modalidad del turismo rural. De igual forma, se destaca con gran potencialidad el ecoturismo, el avistamiento y el turismo de naturaleza, resaltando los aspectos favorables siendo que los turistas buscan cada vez más vivencias y experiencias, aprovechando de forma sostenible en las comunidades (Mora et al., 2018).
No obstante, este turismo llegó a un destino ante la fuerte competencia en el mercado a nivel nacional y mundial, debido a la falta de conocimiento en el desarrollo (Alcívar et al., 2020). Por ende, cuyas características son la consideración de la dimensión humana y la promoción del intercambio intercultural, con los viajeros según ciertas pautas, como la autogestión de los recursos patrimoniales comunitarios (García, 2016).
También, tiene una mayor oferta ante esta modalidad que día a día crece y se relaciona con la economía solidaria, basada en la capacidad de las personas que viven en las zonas rurales para luchar contra la pobreza y la reescritura de la identidad local (Yépez et al., 2021). Es más, este tipo de turismo es otra oportunidad en las comunidades locales para el desarrollo impulsando de forma sostenible en las comunidades (Morerira et al., 2022).
En síntesis, el turismo comunitario es una estrategia imprescindible para el desarrollo sostenible en el territorio. A pesar de que el turismo comunitario tenga un gran potencial para los habitantes rurales, son pocas las experiencias documentadas en el territorio y a pesar de ser un fenómeno turístico de alto impacto en la actualidad. Por ello el potencial turístico que se puede observar, caracterizado por ser el mayor turismo receptivo y emisivo de Colombia.